El Rojinegro perdió 3-1 frente a San Martín y agotó sus posibilidades de meterse en puestos de ascenso, pese a que las matemáticas aún dicen lo contrario.
De: Gabriel Obelar
La palabra Reducido para Patronato, a lo largo del 2023 fue una pesadilla. Fue la materia más complicada y difícil, la más odiada, por lo compleja de alcanzar, de cualquier estudiante, en este caso, de un elenco al que le costó muchísimo la categoría, que no supo encontrar regularidad, que tambaleó, que nunca pudo hacer pie firme y que este domingo, perdió las chances de soñar con llegar a los puestos de ascenso.
Patronato perdió 3-1 frente a San Martín y, pese aún contar con los números a su favor, quedó a 8 puntos del Reducido con 12 en juego, no depende solo de él, sino además de otros resultados entre varios elencos. Las cuentan dan, pero «necesitamos de un milagro», sostuvo Nicolás Domingo, con justa razón.
La historia no había comenzado mal, Patrón tuvo 40 minutos muy buenos en el primer tiempo, controlando las acciones del partido, siendo punzante en ofensiva con el tandem Cobos-Solis, con la cuota goleadora de Nacho Russo y con serías chances de aumentar el marcador, aunque le travesaño se lo impidió a Cobos y, después, por malas decisiones del goleador Santo.
Pero sobre todas las cosas, pudo tener una chance inmejorable de estirar la ventaja, aunque Diego Ceballo cumplió con lo que siempre hace, equivocarse. El árbitro no sancionó una clara mano de Brunet. Se armó un revuelo, terminó amonestado Domingo y, en una calentura evitable, Levato reaccionó contra el central rival, vio la roja, cómo también el futbolista del Ciruja. Una expulsión que le costó muy caro al Negro, porque no pudo reemplazar a Mateo, cómo tampoco supo jugar sin el.
Del control sin pelota y un Salvá sin intervención, llegó una desconcentración faltal de Domingo en tres cuartos de cancha, Dening pudo filtrar la única pelota de la primera parte para que Mateo Acosta iguale las acciones, a nada del cierre definitivo del primer tiempo. Baldazo de agua helada.
Frontini cambió para el complemento, no perdió en la última línea y ganó con Andrada, un dolor de cabeza junto con Banegas, el lateral izquierdo que no solo controló su sector, sino que fue una pesadilla para Geminiani, Novero y quién lo haya intentado marcar. Con pocas individuales, sumadas a las de Dening y a los malos relevos de Patronato, Bucca marcó el 2-1, prácticamente de carambola ingresando por el área y, dejó en K.O al dueño de casa.
De ese golpe, no se levantó Patrón, asintió momentos de incomodidad frente al arco de Sand, pero no tuvo peligrosidad, centros punzantes sin una insinuación concreta, no hubo remates de media distancia, se equivocaron los caminos y el Grella empezó hablar, a murmurar y todo fue cuesta arriba. No hubo reacción, no hubo nada. Banegas desbordó, terminó marcando el 3-1 y la historia se sentenció.
Golpazo a la ilusión, a lo anímico, a lo interno. Patronato en 5 minutos en el primer tiempo y por malas lecturas en el complemento, por equivocar caminos y no saber jugar a lo que pedía el partido, cayó y sentenció sus chances en la Zona A. Se está quedando sin Copa Argentina y recibió un durísimo golpe de realidad. Patronato, seguirá siendo Nacional.
-SINTESIS SANTA- Patronato 1-3 San Martín Tuc. / Gol: 5’PT Russo / Formación: Julio Salvá; Lautaro Geminiani, Cristián González, Joel Ghirardello, Facundo Cobos; Matías Ruíz Díaz, Nicolás Domingo, Damián Arce; Ignacio Russo, Mateo Levato y Nazareno Solís. DT: Rodolfo De Paoli / Cambios: Tomás Cáceres por Arce (PT); Gastón Novero por Ruíz Díaz; Enzo Díaz y Jorge Valdez Chamorro por Cáceres y Russo / Amonestados: Domingo, Arce (llegó a la 5ta) y Cáceres / Expulsado: Mateo Levato (PT) / Árbitro: Diego Ceballos / Estadio Presbítero Bartolomé Grella.
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