Patronato cometió un sinfín de errores individuales y colectivos que derivó en la peor goleada de su historia, un 0-6 ante Gimnasia de La Plata, que le sacó jugó a todas las falencias deportivas del Rojinegro, que se hunde y se hunde y sigue hundido en los promedios.
Por: Gabriel Obelar
Existen muchos culpables para explicar el presente de Patronato, desde decisiones dirigenciales, por la comodidad, el resguardo económico, por armados de planteles de entrenadores, cuerpo técnicos y de lo que toman decisiones o, de cierta forma, abren la billetera; como también de las decisiones propias del día a día del entrenador de turno y, por supuesto, de quiénes saltan al campo de juego que ayer, ante Gimnasia, con un papel deplorable, hicieron estallar todo.
Patrón no fue ni por asomo el equipo que ganó en el Nuevo Gasometro, salvo que ello haya sido un espejismo, aunque en realidad en el Bajo Flores fue inteligente, cometió errores, pero fue San Lorenzo quién no los supo aprovechar, cómo si les sacó jugo Gimnasia.
De entrada, mal calculo de Medina, error garrafal en el borde del área, tiro libre y golazo de Aleman (tal vez algo de responsabilidad de Mansilla). 1-0 a los 3 minutos, con la necesidad de remar contra corriente. Hubo intensiones, Herrera tuvo un disparo que contuvo Rey, otro que pasó cerca, otra aproximación que despejó el fondo del Lobo.
Al Negro le cuesta horrores convertir (el delantero que venía de hacer dos goles en dos partidos diferentes, ni sumó minutos) y en el fondo, hizo y hace agua. Tibieza de Benítez, corrida de Ramírez, asistencia a Tarragona en soledad. 2-0. Final del partido. A pesar de que restó una cantidad de minutos, ahí finalizó el juego.
Nerviosismo. Silbidos lógicos. Insultos. Pedidos de las cabeceras por la salida de todos. El momento pesó. La pelota quemó. Los errores continuaron. Despeje al medio del área de Benítez, mala disputa, Aleman 3-0 en el primer tiempo.
Con tres variantes, Sava quiso remediar el error que cometió de entrada, pero la historia fue exactamente la misma. Horrores defensivos al que se le sumó el resbalón de Mansilla, para el doblete de Tarragona con el arco en soledad. Abucheos, reproche generalizado para todos, aquellos que sentados en el palco se tomaron la cabeza, de Sava que ya no encontró respuestas, jugadores que les pesó el momento y así, continuó la historia.
Lozano, que fue de lo más regular desde el arranque de la Copa, cometió un error de juveniles, de un centro para despejar, dejó con su cabezazo, solo a Carbonero, que con un remate seco, sentenció el 5-0. Pero hubo más. Otro error en defensa, otra mala salida, la pelota quemó, Ramirez solo dentro del área y 6-0. Gracias al VAR, por anular el gol de Soldano, no hubo festín Tripero.
El único que se llevó aplausos, fue nuevamente Barinaga, el pibe que tuvo que afrontar el momento, hizo todo simple, desde las pelotas paradas, hasta el pelear la pelota, tocar a uno vestido de rojo y negro. El joven que dio la cara en un momento, de un plantel que se fue reprochado y que no se despidió del hincha.
Patronato sufrió la peor derrota de su historia en Torneos AFA, tuvo una actuación deplorable, no tuvo reacción, le pesó el momento, vivió una película de terror en su propio reducto, en el cierre como local de la Copa, que salvo por tres victorias (Platense, Unión y San Lorenzo), es para el olvido, pero será difícil, porque la recordará a la hora de luchar la permanencia a partir de Junio.
Ver: La peor goleada en el profesionalismo
-SINTESIS SANTA-
Patronato 0-6 Gimnasia
Formación: Matías Mansilla; Raúl Lozano, Oliver Benítez, Carlos Quintana, Lucas Kruspzky; Gabriel Gudiño, Franco Leys, Nicolás Castro, Sebastián Medina; Jonathan Herrera y Lucas Barrios. DT: Facundo Sava.
Modificaciones: 0’ST Sergio Ojeda, Diego García y Facundo Cobos por Benítez, Medina y Kruspzky; Tiago Banega por Barrios; Juan Barinaga por Castro.
Amonestados: Benítez, Kruspzky, Lozano.
Árbitro: Pablo Echavarría.
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