Dentro de lo negativo del resultado, tanto Iván Delfino y Gabriel Gudiño, resaltaron lo importante que fue volver a convertir y lo clave que será pensando en el futuro. El último gol, lo convirtió Calderón en contra en el 15 de Abril. 

Por: Gabriel Obelar (@GabyObelar1)

Patronato volvió a caer, suma la quinta derrota de manera consecutiva, cada golpe que recibe lo deja sin reacción. Pero dentro de lo negativo y las mejoras que muestra el equipo en cada partido (hasta que le convierten), ante Atlético Tucumán, volvió a gritar un gol.

Previo al encuentro en el Monumental José Fierro, el Rojinegro fue el único elenco de la Copa de la Liga Profesional que no había convertido goles, aunque al mismo tiempo, uno de los menos goleado (solo cuatro goles en cuatro partidos). Esto se revirtió en Tucumán, donde recibió cuatro goles en 90 minutos, pero también quebró una sequía de goles a favor importante.

Patrón volvió a gritar un gol después de 459 minutos, siendo el último a los 32 minutos del primer tiempo ante Unión, en la Copa Diego Armando Maradona, cuando Calderón, en contra, dispuso el 2-1, en la victoria Santa en el 15 de Abril.

Si bien tuvo chances en casi todos los partidos de la Copa de la Liga para convertir, la fortuna, la mala puntería y toma de decisiones, impidieron que ello suceda. «Nos sacamos el miedo de rematar y es importante para el futuro», resaltó Gudiño post-partido, mientras que Iván Delfino alentó la apertura del arco del equipo, después de mucho tiempo.

LOS GOLES

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