Patronato perdió frente al Tiburón por la Fecha 2 del Grupo A de la Fase Complementación. El Rojinegro mostró otra cara, más actitud y carácter, aunque en el debe continúa la falta de efectividad que sigue padeciendo. Ahora el Rojinegro espera por Iván Delfino.
Por: Gabriel Obelar (@GabyObelar1)
Dentro de la salida de un entrenador, los debut auspicios de varios juveniles y la llegada (inminente) de Iván Delfino, en el medio, hubo un encuentro en el cuál Patronato mostró cambios, para bien, pero no alcanzó frente a Aldosivi, que ganó 1-0 en Paraná.
El conjunto que dirigió tácticamente Gabriel Graciani de manera interina logró lo que buscó, volver a las bases, a las fuentes, a ser el viejo Patrón, el de la entrega, el carácter, intensidad, pero le faltó suerte o claridad en los metros finales, dentro del área, para catalogar o coronar un verdadero cambio.
El Rojinegro fue un elenco totalmente diferente al que fue en Rosario, fue ordenado y punzante, con salidas claras, sin complicaciones, vertical y con llegada al arco rival, pero si algo no cambió en relación a los demás encuentros fue la falta de claridad y eficacia en los metros finales.
Por una mala decisión, un yerro, la poca fortuna/confianza, hizo que las oportunidades generadas no fueran concretadas y con ellas, celebrar y comenzar a romper con la negativa con la que viene Patrón.
En la previa el ánimo era otro, se descomprimió el ambiente, se generó otro clima y la próxima llegada de Iván Delfino provocará lo mismo, volverán varios jugadores, los pibes estuvieron a la altura y serán pieza clave para el Viejo.
La derrota no queda de lado, sigue sin sumar Patrón, que en solo tres minutos, perdió el rumbo, no se repuso del gol y con la expulsión le quedó mucho en el debe, pero la imagen y la cara fue otra. Hay aires de cambio y se notan en calle Grella.
