El entrenador de la Reserva volvió a destacarse por una nueva historia del pasado, que como siempre, narró desde su cuenta de Facebook. Mirá. 

Historias del Ascenso: Clásico entrerriano

EL ATENTADO QUE NO FUE

Se jugaba el hexagonal final para lograr el pase a semifinales de torneo Argentino A de la temporada 2009/2010.

Nos tocaba arrancar la serie de visitante, frente a Gimnasia, clásico entrerriano, partido difícil.
En la semana se hablaba de lo importante que era arrancar la serie sumando y las precauciones que había que tener en ese partido. Que había que marcar a este, que había que estar atento a las subidas del otro, que había que marcar a Quiroga (delantero alto y muy peligroso).

Paso esa semana en la cual había una ansiedad y una expectativa que toda la provincia hablaba de ese partido, nuestra hinchada armaba el viaje preguntando quien quería ir para completar los colectivos para viajar, los lesionados nos organizamos para ver en que íbamos a ir a la cancha.

El día antes del partido, se entrenó por la mañana, se almorzó en el club y se emprendió el viaje hacia la ciudad histórica, al llegar a Concepción y en el ingresó a la ciudad, se pide que por favor cierren las cortinas de las ventanillas del colectivo, para evitar algún inconveniente, se llegó al hotel y todo estaba tranquilo, se dio las habitaciones y cada uno fue a descansar, luego, en la merienda se recomienda que por seguridad traten todos de quedarse en el hotel, todos hicieron caso, se quedaron, pero…El ayudante de campo y el preparador físico salieron a caminar a la peatonal y a comprar algunos recuerdos, por supuesto con la indumentaria de PATRONATO, así como salieron volvieron a los 5 minutos, porque se encontraron con hinchas de Gimnasia y se cruzaron algunas palabras y eso los llevó a que se produjeran algunos empujones y la decisión de volverse al hotel, sin comprar ningún recuerdo.

Después de todo esto se decidió poner custodia en las cercanías y en la puerta del hotel.
A la noche después de la cena cada uno se fue a su habitación, a media noche se empezaron a escuchar algunas bombas de estruendo, algún que otro bocinazo y motos que pasaban por frente al hotel. En una de las habitaciones que daba hacia la calle estaban pulga, Walter y Claudio que después de tomar unos mates deciden dormir, antes de acostarse, pulga trababa la puerta, Claudio acomodaba sus botines y cantaba «ámame en cámara lenta» , mientras que Walter miraba hacia afuera ya que su cama estaba contra la ventana de la habitación, apagan la luz y pulga dice, descansen y sueñen que ganamos y se arma quilombo. Entre risas y carcajadas le responde Walter dale enano que así sea.

Se duermen y a media noche se escucha un ruido en la habitación, se despiertan y todos preguntaban que había pasado, Walter les dice tiraron una piedra y rompieron el vidrio de la ventana, que hacemos decían en la habitación, uno avisa al cuerpo técnico de lo que había pasado, el otro llama a conserjería, mientras que el último miraba por la ventana.

Llegaron todos a la habitación para ver lo sucedido, el cuerpo técnico, el encargado del hotel y el policía que estaba en la puerta del hotel, buscaban la piedra y no la encontraban, los vidrios habían caído hacia afuera, el policía que decía que no había visto pasar a nadie, el conserje que no sabía que decir. Después de varios minutos decidieron dejar todo así y seguir descansando o intentar dormir.
Al día siguiente se jugó el clásico, por suerte se gano ese partido y se arranco de buena manera el hexagonal, para después terminar logrando el ascenso.

Al tiempo, cuando se volvió a los entrenamientos, el mismo día que Leo nos contó lo que había pasado con MANGA DE CIPOLETTI, Walter nos dice que también nos tenía que confesar algo, se acuerdan de la ventana del hotel de Concepción? Si si dijimos todos. Bueno la rompí yo, y como? no fue una piedra? preguntamos. No, no fue una piedra, lo que pasó esa noche fue que pulga había dicho que soñemos que ganábamos y se armaba quilombo, bueno soñé que ganábamos y se armaba el despelote y en unas de esas se me venía la hinchada de Gimnasia encima y empecé a las patadas y en unas de esas patadas le pegué a la ventana y ahí fue cuando me desperté y vi que había roto en vidrio.

Ver: ¿Quién tuvo la culpa en Cipolletti?

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