Patronato volvió a caer en la SuperLiga, en está oportunidad 2-0 ante San Lorenzo, que fue efectivo y facturó cada vez que llegó, mientras que Patrón, lidió y soñó con Torrico. La racha llegó a 10 (diez) partidos sin victorias.
Por: Gabriel Obelar (@GabyObelar1)
Seis (6) días atrás, Juan Cruz Bolado, arquero de Godoy Cruz, provocó un quilombo en el Mundo Patronato. El joven arquero tapó todo lo que estuvo cerca en el primer tiempo, controló algunas en el complemento, que fueron desinflando al Rojinegro y también a Mario Sciacqua, que horas después, se alejó de la institución.
Con Martín de León a la cabeza, con buenas expectativas a la hora de esperar el pleito, Patrón pisó fuerte en el Bajo Flores, en líneas generales, aunque todo el plan y la estrategía, se desmoronó apenas a los 4 (cuatro) minutos de iniciado el partido, con una mala cobertura defensiva, donde Adolfo Gaich, con todo su olfato goleador, clavó el 1-0.
Patronato volvió a empezar, sin sentir el cachetazo. Por la banda izquierda, con Aruga, Abero, la conexión con Tarragona y Ávalos, más alguna participación de Briñone, la visita intentó, pero en muchas oportunidades, se topó con el nuevo villano: Sebastián Torrico.
La experiencia, más la ovación que cayó desde cada costado del Nuevo Gasometro ante cada intervención positiva del 1 del Cuervo, agrandó su figura y se volvió imbatible.
Ni Tarragona pegado a la raja (ayudado por el travesaño), ni Ávalos a quema ropa. Tampoco con un disparo afuera de Tarra. Abero intentó pero se topó con Sebastián. Intentó una, intentó dos, siguió intentando y no lo quebró.
Mientras tanto, la historia se repitió. En otro flojo retroceso en campo propio, Díaz quedó enganchado en la salida de la última línea Santa, le ganaron la espalda a Aruga y con un centro a preciso, por el segundo palo, otra vez Gaich, cerró la historia.
Historia repetida. Película que ya se había visto en varias oportunidades en lo que va del campeonato, en esta maldita racha del Rojinegro que parece no tener fin. Llega, genera, incomoda, provoca inseguridad en su rival, que en las pocas que llega, convierte, lastima y sigue hundiéndolo.
La segunda mitad, de a ratos, estuvo demás. Patronato estuvo impreciso, desesperado, inconexo en muchos sectores del campo de juego. A su vez, los hermanos Romero empezaron su show, Menossi fue un buen partener, Gaich siguió complicando y los de entrerrianos muy lejos de Torrico.
Lo pudo perder y por goleada por errores muy puntuales en defensa, salidas en falso, desconcentraciones. También pudo llegar antes al descuento cuando San Lorenzo levantó el pie del acelerador, pero siempre estuvo Torrico, que ni en la última del cotejo le permitió a Gabriel Ávalos tener una alegria, sino que con ayuda del palo, cerró su tarde ideal.
El último en condición de visitante no fue de alegría para Patronato, que vuelve a irse con las manos vacías, con la sensación de que generó 16 situaciones claras de gol en el arco rival, pero con cero en el marcador final. Llegó a 10 la racha sin victorias, se siguen alejando los rivales directos. Espera por Álvarez, que solo tendrá días para planificar lo que será el duelo ante Vélez y lo que será un 2020 sin margen de error.